La luna del sábado 4 de noviembre anunció la apertura del evento cultural gratuito más convocante de la Ciudad de Buenos Aires que tuvo, por primera vez, a la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) como una de sus sedes protagonistas.

El público que llegó en sorprendente número se encontró con la fachada del edificio porteño de la Universidad transformada en su totalidad, intervenida por los diseños que distinguen a la afamada Noche de los Museos, como anuncio de que aquel espacio habitualmente dedicado a las clases y al estudio, ahora, mantendría sus puertas abiertas durante la madrugada para cobijar las más diversas atracciones artísticas.

Un calidoscopio de espectáculos y muestras conformaron la agenda que le posibilitó a la UNLaM posicionarse dentro uno de los más relevantes ámbitos del arte y ampliar el reconocimiento que ya ostenta por todo realizado en materia sociocultural.
Dos instalaciones de artes visuales se pudieron recorrer en distintas galerías; ambas como expresión de valores tan caros como lo son la paz y la solidaridad.

Una de ellas correspondía a una exhibición colectiva de barriletes intervenidos por más de 70 artistas plásticos argentinos de renombre y del exterior como manifestación de apoyo a la reunificación de la península de Corea a través de medios pacíficos. Entre otros, formaron parte y se hicieron presentes Cristina Santander, Carlos Scannapieco, Ricardo Roux, Jorge Meijide y Ernesto Pesce. Este último se mostró “muy contento por participar” y subrayó que “la tarea de la Universidad es muy importante en lo que refiere a las artes plásticas”.

Una segunda exhibición también reunió la intervención de distintos pintores, quienes anunciaron la donación desinteresada de sus obras para embellecer las salas de espera de hospitales públicos.

Arte para todos
Durante los diferentes momentos de la noche, además de las artes visuales, los visitantes pudieron disfrutar de obras de teatro, cantantes de tango, elencos de danzas, bandas de jazz y agrupaciones musicales y corales en vivo.

Uno de los momentos más representativos de la noche llegó con la presencia en el escenario de la Orquesta de la escuela Leopoldo Marechal, conformada por adolescentes de La Matanza que, según las palabras de su director, Gabriel Guido, tuvieron “el placer y el orgullo de poder mostrar lo que hacemos” en uno de los eventos más grandes del país, “gracias a que la UNLaM nos da un lugar para desarrollarnos como artistas”.

Otros de los episodios especiales lo protagonizó la cantante Antonella Fernández, que es alumna de la UNLaM y que ofreció un show de milonga con la versión propia de tangos clásicos. “Es importante que la Universidad sea reconocida por sus eventos culturales así como por su prestigio y educación de excelencia”, afirmó la joven, al tiempo que aseguró: “Como estudiante y como artista, me siento muy feliz por participar en este evento, que es un hito para nuestra Universidad”.