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noticia 25 de Noviembre de 2015

Agricultores familiares ofrecieron sus productos en la UNLaM

La gente pudo acceder a productos frescos y a buen precio, además de participar de talleres de capacitación.


Del productor al consumidor. Ese fue el lema que reunió a los agricultores familiares que ofrecieron sus productos en la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM) con gran participación del público.

En diferentes puestos instalados en el patio central de la Universidad, la gente pudo acceder a productos frescos a precios accesibles y participar de talleres de capacitación abiertos y gratuitos.

Los visitantes se encontraron con la venta de frutas y hortalizas, dulces, conservas, escabeches, miel, panificados, plantas y plantines, huevos, artesanías, yerba y compost, entre otros productos.

Como representante de la UNLaM en el Foro de Universidades para la Agricultura Familiar del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), la docente Carolina Feito destacó la iniciativa y la apertura de esta Casa de Altos Estudios “para conformar, junto a otras universidades, un canal alternativo de comercialización e instalar un espacio periódico destinado a la Feria a partir del año próximo”.

“Aquí se venden productos locales, producidos en La Matanza, a través de organizaciones de productores locales. Es un momento de acercamiento entre el productor y el consumidor”, enfatizó.

Justamente, la iniciativa plantea que los productos lleguen de manera directa al consumidor, como una propuesta alternativa de comercialización que busca instalar la temática de la agricultura familiar con una finalidad pedagógica.

“No solo queremos ofrecer la posibilidad de comprar un dulce rico, sino también que la gente pueda entrar en contacto con el productor y consultarlo sobre cómo realiza su trabajo”, agregó Camilo Pulti, técnico del INTA.

Para los organizadores, la calidad de los productos que se ofrecen es tan importante como la relación que se puede generar con la gente, como pudiera suceder años atrás con los comercios de barrio o las ferias vecinales pero que, en la actualidad, resulta un valor perdido.

La Feria contó, además, con un patio de comidas y viandas elaboradas. Y desde el Programa Pro Huerta del Ministerio de Desarrollo Social se repartieron semillas de distintos vegetales entre los visitantes para incentivar la creación de huertas hogareñas.

Con respecto a los talleres, se organizaron encuentros sobre Plantas Aromáticas, Alimentación y Salud y Agroecología. También, se habló sobre la Ley Nacional de Agricultura Familiar, Huerta y Compost y sobre Economía Social y Soberanía Alimentaria.

Con la organización de la Secretaría de Extensión Universitaria y del Instituto de Medio Ambiente de la UNLaM, participaron, también, la Estación Experimental Agropecuaria AMBA del INTA y el Foro Nacional de Agricultura Nacional.

Los organizadores aseguraron que lo que fue la primera Feria de Agricultura Familiar y la Economía Social de La Matanza se desarrolló con la idea final de consolidar una red de interferias con otras instituciones educativas del Conurbano.