Debido al aumento de la actividad en línea que conlleva el aislamiento social, Cintia Gioia, consultora de auditoría y ciberseguridad y docente de la Universidad Nacional de La Matanza (UNLaM), recomendó que los adultos a cargo de los chicos prevengan, dialoguen y generen conciencia.

Gioia, en diálogo con Radio Universidad, explicó que “hoy en día, dada la cuarentena, los chicos están casi cien por ciento en línea y, obviamente, los padres tienen que controlar”. No obstante, apuntó que “eso no alcanza porque hay un montón de barreras que los chicos pueden pasar por lo que lo más importante es la prevención, la concientización y el diálogo con ellos”.

La especialista advirtió que el riesgo está latente “en todos los medios en los cuales exista un chat donde puedan contactar al menor o donde se publique información personal”. 

“Lo importante es concientizar para que, cuando uno habla de Internet, entiendan que es algo que existe, no es algo irreal, sino que es digital y que los chicos deben moverse con la responsabilidad con la que lo harían en el mundo real”, expuso la coordinadora de las tecnicaturas en Diseño de aplicaciones móviles y Desarrollo Web. Y ejemplificó: “Uno no va por la calle hablando con extraños, ni pasando fotos intimas a extraños o dándole datos personales; lo mismo tiene que pasar en Internet”.

Gioia precisó que, “hoy en día, es más común que sucedan estos casos porque se tuvo que salir, de golpe, a una situación virtual a distancia de todas las actividades que hacen los chicos, y no todas las organizaciones han podido configurar a tiempo y asesorar a los padres”.

Asimismo, destacó que “las consultas a Mamá en línea -una ONG que trabaja sobre la prevención del grooming- han aumentado un 50 por ciento, mientras que los casos han aumentado en un 30 por ciento” y, en muchos casos, no son denunciados.

En esa sintonía, la especialista señaló que, “para la ley argentina, un chat con índole sexual con un menor ya es considerado grooming o acoso sexual cibernético”. Por ello, subrayó: “Es importante denunciarlos para poder salvar a un montón de chicos que están en la misma situación porque, en general, estos personajes, si bien seleccionan a la víctima, están intentando acosar a muchos chicos”.

“En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires se puede denunciar llamando al número 137, mientras que en la provincia de Buenos Aires se puede hacer en una fiscalía o en comisarías. No se tiene que borrar la información para poder investigar; hasta una captura de pantalla sirve”, aseguró.

Por último, manifestó que, “a veces, pasa que los adultos responsables creen que los chicos saben usar Internet, pero deben sentarse con sus niños y preguntarles cómo es el juego, cómo interactúan, con quiénes hablan para asesorarlos y aconsejarlos en todos los niveles de su vida”.